¿Qué puedo financiar sin nómina?

Acceder a servicios de financiación sin contar con una nómina es complicado, pues la mayoría de las entidades bancarias o financieras tradicionales exigen este requisito. Sin embargo, en la actualidad, sí es posible acceder al dinero para cubrir alguna necesidad sin contar con un salario fijo mensual. A continuación, se detallan las diferentes vías de financiación económica sin necesidad de tener que respaldar la petición con una nómina.

Las agencias que ofrecen préstamos sin nómina habitualmente los suelen conceder en cantidades pequeñas de dinero. Son montos mínimos, pero con la cuantía suficiente como para poder hacer frente a algún imprevisto, como la avería de un coche o la compra de un electrodoméstico, por poner solo un par de ejemplos. No obstante, también se suelen utilizar para darse un capricho o pagarse unas vacaciones. Los motivos por los que se requiera el dinero no importan si se tiene la seguridad que se podrá devolver en los plazos que se estipulen con la entidad que los conceda.

Opciones para financiar alguna necesidad sin tener que presentar una nómina

Un préstamo sin nómina consiste en la aprobación de un crédito de dinero, por parte de una entidad financiera, sin que se exija como requisito indispensable contar con una nómina o ingresos mensuales o periódicos domiciliados.

Así mismo, para poder disfrutar de esta opción, hay que contar con una cuenta donde se deposite el dinero, por lo que conviene estar al tanto de las cuentas sin nomina que hay en el mercado y elegir entre ellas cuál será la más conveniente. Como cabe suponer, aquellas que no cobren comisiones por sus servicios serán las más interesantes.

Préstamos sin nómina, cómo funcionan y requisitos

Como ya se ha comentado, el préstamo sin nomina es aquel en el que no hace falta que el usuario demuestre ni domicilie su salario u otro tipo de ingresos regulares, como puede ser el caso de una pensión, en la entidad que los concede. Dentro de estos tipos de créditos, hay dos modalidades distintas. En primer lugar, están aquellos que no solicitarán la domiciliación de una nómina o pensión, ni tampoco pondrán demasiadas exigencias a la hora de concederlos. En segundo lugar, están aquellos que van un paso más allá, pues ni siquiera le piden al interesado que demuestre ingresos regulares para garantizar que es solvente y podrá devolver el préstamo en las cuotas pactadas en el contrato.

Microcréditos, qué son y cómo funcionan

El segundo tipo de préstamos al que se hacía referencia en el apartado anterior es lo que se conoce como microcrédito. Es un producto financiero que opera como un crédito sin nómina ni ingresos, pues son muchas las entidades que no pedirán requisito alguno.

Como cabe suponer y como su propio nombre indica, este tipo de préstamos se concede solo por cantidades pequeñas de dinero a devolver y en un espacio corto de tiempo. Como característica diferenciadora, en lugar de intereses en forma de TIN, la entidad cobra una cantidad fija en euros a la que se conoce con el nombre de honorarios.

Tarjetas de crédito

La tarjeta de crédito es otro medio común de financiación. Se trata de un método de pago que permite hacer compras, aunque no se disponga de saldo en la cuenta, asumiendo el compromiso de pago en una fecha establecida –fin de mes- o mediante plazos acordados.

La principal diferencia entre una tarjeta de crédito y una de débito es que la primera, tal y como se ha comentado, permite la financiación, aunque no se cuente con liquidez. Sin embargo, con la tarjeta de débito el gasto que se hace se cobra en el momento, por lo que, si no hay saldo suficiente, no permitirá hacer la operación.

En relación al límite de las tarjetas de créditos, dependerá de la entidad bancaria que la conceda y de la capacidad económica de los solicitantes.

Préstamos con aval

Los préstamos con aval son otra forma de conseguir el dinero que se necesita para emprender un proyecto, hacer una compra o solucionar cualquier problema económico. La persona que avala esa solicitud se compromete a efectuar los pagos en caso de que el solicitante no cumpla con las cuotas del préstamo.

No obstante, si se tiene una propiedad, es posible que no haya que recurrir a terceros para conseguir el crédito, sino que se podrá avalar con el bien que se posea. Es una forma de acceder a préstamos con condiciones favorables y tasas de interés más bajas.

Como se ha podido comprobar en este artículo, aunque conseguir un préstamo sin nómina puede ser más complicado, no es imposible, tan solo hay que buscar otras opciones en las entidades adecuadas.