En 1959, una exitosa ejecutiva guiada por su intuición decide lanzar al mercado una cuestionada muñeca que iba en contra de los estereotipos de la época. 5 años más tarde, esa muñeca se había convertido en uno de los juguetes más vendidos del mundo y estaba liderando una revolución en la industria… ¿Cómo lo logró?
Cómo logró Ruth Handler revolucionar la industria de los juguetes
La protagonista de esta historia es Ruth Handler, quien nació el 4 de noviembre de 1916 en Denver, Estados Unidos.
Ruth fue la menor de los 10 hijos de Jacob Joseph Mosko e Ida Rubenstein, una pareja de inmigrantes judíos-polacos.
Su infancia transcurrió con normalidad, aunque afirmaba que prefería trabajar antes que jugar con muñecas o con otros niños. Desde los 10 años, siempre trabajó en empleos de medio tiempo después de la escuela; esto le permitió desarrollar importantes habilidades comerciales.
En la secundaria, conoció a Elliot Handler, con quien se casaría en 1938 y tendría dos hijos: Bárbara Joyce Handler y Kenneth Robert Handler.
Tras contraer matrimonio, la joven pareja se mudó a Los Ángeles. Allí se establecieron en una pequeña habitación encima de una lavandería china y vivieron por largos años en medio de dificultades económicas. A pesar de las circunstancias, trabajaban arduamente y con mucha ilusión. Elliot era artesano y hacía artículos de regalo que Ruth se encargaba de vender.
El origen de Mattel
En 1945, la pareja se asocia con Harold Mattson y fundan la empresa “Mattel”, cuyo nombre surge de una combinación entre los nombres de los socios: “Matt” de “Mattson” y “El” de “Elliot”.
Inicialmente la empresa se dedicaba a la fabricación de marcos para fotos, pero luego decidieron fabricar también casas de muñecas aprovechando la madera sobrante.
Al poco tiempo, Harold se retiró de la empresa debido a problemas de salud y vendió su parte a los otros socios. A partir de ese momento sería Ruth quien se encargaría de dirigir el curso de Mattel.
“Cuando empecé en los negocios, no había otras mujeres dirigiendo una compañía. El principal obstáculo para mí era que me aceptaran como jefa y como líder. En retrospectiva, el hecho de ser mujer tenía una cierta ventaja, porque los hombres no sabían cómo reaccionar o cómo interpretarme.” -Comentó la empresaria.
A medida que la compañía crecía, se percataron de que las casas de muñecas eran más rentables que los marcos para fotos, así que fueron pivotando poco a poco hacia el mercado de juguetes. Su primer gran éxito comercial fue el “Uke-A-Doodle", un ukelele de plástico que lanzaron en 1947. Luego, lanzaron otros productos como cajas de música y pianos para niños que también lograron un éxito considerable, posicionando a la empresa como un referente en la industria de los juguetes.
Revolucionando la industria de los juguetes
En 1955, comenzó a emitirse en televisión un show infantil creado por Disney llamado “Mickey Mouse Club”, y Ruth pensó que ese programa era el escaparte perfecto para promocionar sus juguetes. En ese momento, los juguetes se anunciaban a los adultos, bajo la premisa de que los adultos eran los que tomaban las decisiones, sin embargo, la empresaria adoptó una opinión contraria y arriesgadamente compró 15 minutos de tiempo comercial en cada uno de los episodios de la primera temporada del show para mostrar anuncios comerciales dirigidos a los niños.
El primer juguete que Mattel anunció en el programa fue la polémica pistola “Tommy Burp”, que se había lanzado previamente con resultados mediocres. Gracias a los comerciales, las ventas del producto se triplicaron de la noche a la mañana y las otras compañías de juguetes comenzaron a cambiar el enfoque de sus anuncios. La visión de Ruth Handler había sacudido por completo la industria.
Un día, mientras Ruth cuidaba a su hija, observó que la pequeña prefería jugar con figuras de personas recortadas de revistas que con muñecas. Con dichos recortes Barbara fantaseaba siendo adulta y asumiendo distintos roles.
En aquella época, las muñecas más populares eran las llamadas “peponas” y las figuras con forma de bebé, las cuales tenían como propósito que las niñas jugaran a ser madres.
Al ver que a su hija no le gustaban estas muñecas, pensó que tal vez muchas otras niñas querían jugar a algo más que ser madres y que había una oportunidad allí; sin embargo, su idea no era muy clara en ese momento.
Tiempo después, los Handler realizaron un viaje de vacaciones a Suiza que cambiaría su vida para siempre. Allí, Ruth encontró un peculiar maniquí de fabricación alemana de pequeñas dimensiones que nunca antes había visto en Estados Unidos. Al parecer, la figurita de 27 cm era un artículo para adultos, con el pelo sedoso, la mirada provocativa y unas curvas pronunciadas. Su nombre era “Lilli” y fue la inspiración que necesitaba para materializar la idea que venía dando vueltas en su cabeza.
Sin dudarlo, compró el maniquí y al regresar a casa comenzó inmediatamente a trabajar en la idea.
Desafiando estereotipos y creando a "La Barbie"
Su objetivo era crear una muñeca que permitiera a las niñas jugar a ser adultas; pero las cosas no serían tan fáciles como ella pensaba. Al compartir la idea con los diseñadores de Mattel, ellos la rechazaron porque consideraban que aquella estética adulta de Lilli iba a ser un impedimento para que las pequeñas se identificaran con la muñeca. Además, seguían aferrándose a la obsoleta premisa de que las niñas soñaban con ser mamás, por lo que había que seguir enfocándose en el mercado seguro: la fabricación de cochecitos, biberones y bebés de plástico.
No obstante, su marido, quien también estaba un poco escéptico porque pensaba que ninguna madre le compraría a su hija una muñeca con pechos, decidió apoyarla y juntos se encargaron de desarrollar el proyecto.
Aquel provocativo artículo para adultos sufrió ciertas modificaciones, como la reducción de busto y el diseño de una mirada más inocente. Durante el proceso creativo, se contrató a un diseñador de moda para crear al primer modelo de la muñeca con toda una línea de ropa que se vendería por separado.
Una vez estuvo listo el diseño, encargaron a la empresa japonesa Kokusai Boeki Company la fabricación del primer lote. Todo estaba perfectamente detallado y especificado, sólo que los japoneses por error pintaron rasgados los ojos de las muñecas. Por esta razón, Ruth las devolvió a la fábrica para que las corrigieran, pues consideraba que este rasgo podría afectar la receptividad del producto en el mercado americano.
Tras recibir correctamente el pedido, bautizaron a la muñeca como “Barbie” (diminutivo del nombre de su hija Barbara) y la presentaron en la Feria de Juguetes de 1959 en Nueva York.
“Al crear a Barbie, mi filosofía fue que, a través de la muñeca, las niñas pudieran llegar a ser todo lo que quisieran. Barbie siempre ha representado a una mujer que elige por sí misma.” -Escribió Ruth en su autobiografía.
La primera Barbie que conoció el mundo llevaba un traje de baño a rayas negras y blancas, un par de zapatos stiletto negros y el sedoso pelo rubio recogido en su característica coleta.
Al comienzo las ventas no fueron muy buenas, esto debido principalmente a que la muñeca desafiaba el status quo de la época, pero fue solo cuestión de tiempo y de una buena estrategia de marketing para que todo cambiara.
Llena de determinación, Ruth lideró la producción de una serie de comerciales para promocionar la muñeca a través de programas infantiles. La campaña publicitaria fue un completo éxito y pronto la Barbie se convirtió en el juguete de moda entre las niñas, superando las 350 mil unidades vendidas durante el primer año; sin embargo, conforme su popularidad crecía, también comenzaron a surgir toda clase de críticas por parte de aquellos que consideraban que el diseño de la muñeca presentaba una imagen excesivamente sexualizada de la mujer y promovía peligrosos estereotipos de belleza.
Pese a las críticas, las ventas seguían aumentando sin parar. Tal fue su éxito comercial, que la empresa no daba abasto para atender la demanda del producto.
En 1960, los Handlers sacaron a bolsa a Mattel, con una valoración de $10 millones de dólares (equivalentes a aproximadamente $85 millones de dólares en la actualidad).
En 1961, se hizo el lanzamiento de “Ken”, un muñeco que diseñó Ruth para que acompañara a la Barbie en sus aventuras y cuyo nombre estuvo inspirado en el nombre de su hijo Kenneth.
Durante los siguientes años, la Barbie se consolidó como un icono de la cultura popular y se lanzaron diferentes versiones de la muñeca, como Barbie pelirroja, Barbie afroamericana, Barbie presidenta, Barbie zoóloga, Barbie doctora, Barbie ejecutiva y Barbie astronauta, entre muchas otras. También, se crearon toda clase de accesorios y complementos, como casas, autos y ropa.
Gracias al éxito de la Barbie, Mattel se convirtió en una de las compañías más poderosas de Estados Unidos y Ruth fue reconocida como una de las ejecutivas más destacadas del país; pero, justo cuando su carrera se encontraba en su mejor momento, enfrentaría el mayor reto de su vida…
Luchando contra el cáncer y creando una nueva empresa
En 1970, a la empresaria le diagnosticaron cáncer de mama y sufrió la pérdida de un pecho. En aquel tiempo, la reconstrucción mamaria no estaba tan desarrollada y las prótesis que le ofrecían no eran muy cómodas ni agradables. Decepcionada por las limitadas opciones disponibles, decidió utilizar su ingenio para construir unas prótesis mamarias más realistas y que brindaran confianza a las mujeres. Guiada por esta visión, fundó en 1975 “Ruthton Corporation” junto a Peyton Massey e inició el desarrollo de las prótesis. Su creación fue lanzada en 1976 bajo la marca “Nearly Me” y se convirtió en un gran apoyo para aquellas mujeres que han tenido que someterse a una mastectomía. Para 1980, las ventas de la empresa ya habían superado el millón de dólares.
"El cáncer de mama destruyó mi autoconfianza. La imagen de mí misma se hizo añicos. Quería conservar mi feminidad en un mundo de hombres... Ayudar a otras mujeres se convirtió en la respuesta para ayudarme a mí misma y me permitió recuperar mi autoestima." -Dijo la empresaria.
A la par que lidiaba con el cáncer, Ruth sufrió otro de los golpes más duros de su vida. En 1974, ella y su esposo fueron expulsados de la junta directiva de su propia empresa tras acusárseles de fraude fiscal.
En 1978, fue declarada culpable y ella no refutó los cargos, aunque culpó a su enfermedad por afectar su juicio y enfoque en el manejo de la empresa. Finalmente, se le sentenció con una multa de $57.000 dólares y con 2.500 horas de servicio a la comunidad.
Aunque los Handlers fueron relegados de sus funciones directivas, continuaron creando nuevas ideas. Un proyecto que Ruth lideró a mediados de la década de 1980 fue “Barbie and the Rockers”, una línea de muñecas fabricada para competir con la popular línea de muñecas “Jem” de Hasbro. Luego, participaría como escritora de la película “Barbie and the Rockers: Out of this World”, lanzada en 1987.
Millonaria, visionaria, exitosa y revolucionaria
A lo largo de su carrera, Ruth logró acumular una fortuna personal de más de $100 millones de dólares y recibió diversos premios y reconocimientos, entre ellos: destacada como “Woman of the Year in Business” en 1968 por Los Angeles Times; elegida como “Advertising Woman of the Year” en 1972 por la Western States Advertising Agencies Association; y en 1989 se convirtió en la primera persona con vida, junto a su esposo Elliot, en entrar al “Salón de la Fama de Manufactura de Juguetes”. También, fue incluida en el “Salón de la Fama Empresarial de los Estados Unidos” en 1997 por la organización Junior Achievement; y es reconocida como una de las mujeres de negocios más importantes del Siglo XX.
Tras más de 50 años dedicados al mundo empresarial, Ruth falleció el 27 de abril del 2002 a la edad de 85 años debido a un cáncer de colon; pero dejó un legado que trascendería hasta nuestros días. Actualmente, la Barbie es considerada como la muñeca más exitosa de todos los tiempos, con más de 1.000 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Aunque inicialmente la muñeca fue criticada por su estereotipada apariencia, hoy muchos la reconocen como un símbolo de diversidad e inclusión, pues se han fabricado toda clase de versiones de la Barbie con distintos tipos de cuerpo, estatura, raza y representando más de 200 profesiones. Además de muñecas, de la marca Barbie se han creado mochilas, ropa, juegos de mesa, revistas, cosméticos, útiles escolares, aplicaciones, películas, series y videojuegos. Según datos publicados por Statista, la marca Barbie le representa ingresos por más de $1.000 millones de dólares anuales a Mattel.
En cuanto a Ruthton Corporation, la empresa fue eventualmente vendida, pero aún continúa fabricando prótesis mamarias y otros productos post-mastectomía.
Así concluimos la fascinante historia de Ruth Handler, una mujer visionaria y arriesgada que, con pasión, estrategia y determinación, logró construir una de las compañías más exitosas del mundo, revolucionó por completo la industria de los juguetes y se convirtió en un apoyo e inspiración para las mujeres que han tenido que someterse a una mastectomía. En sus propias palabras:
"Me gusta pensar en mi vida como un sueño imposible. He tenido muchas pesadillas, pero siempre he sido capaz de seguir adelante. No te preocupes por lo que pasó, sin importar lo malo que haya sido. Encuentra otra cosa que hacer. Encuentra algo que hacer para ayudar a los demás."
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