Cómo se convirtió Nubank en el banco digital más grande de América Latina
Llenó de frustración por la ineficiencia de los bancos brasileños, en el año 2012 un colombiano recién radicado en São Paulo decide crear su propia empresa financiera. Hoy en día, su compañía vale más de $10 mil millones de dólares y está revolucionando el sector bancario en América Latina… ¿Cómo lo logró?
El protagonista de esta historia es David Vélez, nacido en el año 1982, en Medellín, Colombia.
David creció en medio de la difícil situación que atravesaba la ciudad de Medellín entre las décadas de los 80’s y 90’s. Cuando cumplió los 8 años de edad, se vio obligado a irse del país con su familia debido a la violencia y se mudó a Costa Rica. Allí vivió hasta los 18 años y culminó sus estudios de secundaria. Luego, se mudó a California para estudiar ingeniería en la Universidad de Stanford.
Al concluir sus estudios universitarios, inició una exitosa vida laboral, trabajando en Nueva York con diferentes bancas de inversión como Goldman Sachs, Morgan Stanley y General Atlantic.
Gracias a su trabajo, logró generar contactos importantes y hacerse muy cercano a varios inversionistas ángeles.
En el 2008, mientras trabajaba en General Atlantic, la compañía decidió iniciar actividades de inversión en territorio latinoamericano, y enviaron a Vélez a São Paulo para abrir una oficina.
“Esa fue de alguna forma mi primera experiencia emprendiendo. Aunque era parte de un fondo enorme, me tocó empezar una oficina desde cero, contratar un equipo, entender varios sectores de la economía y buscar oportunidades de inversión.” -Comentó David en una entrevista.
Tras dos años de arduo trabajo en la nueva oficina, tomó la decisión de renunciar a General Atlantic para volver a California y realizar una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Stanford; sin embargo, la historia de Vélez con Brasil no había llegado a su final…
Convirtiendo la frustración en oportunidad de negocios
En el año 2012, consiguió trabajo en Sequoia Capital, uno de los fondos de tecnología más grandes del mundo, y regresó al territorio carioca con el objetivo de estudiar el mercado y evaluar posibilidades de inversión.
Allí, se vio en la necesidad de abrir una cuenta bancaria para gestionar los pagos de su trabajo. Entusiasmado, se dirigió a una sucursal de uno de los bancos brasileños más populares, pero se encontró con una terrible realidad.
Al llegar al banco, tuvo que cruzar una gran puerta con detector de metales custodiada por dos temibles guardias. Luego de varios intentos y de despojarse de varias de sus pertenencias, pudo ingresar. Una hora más tarde fue atendido por uno de los asesores del banco, quien no le ayudó muy amablemente… Pero, lo peor de todo es que el proceso apenas comenzaba. Tras seis largos meses de trámites y papeleo, por fin logró obtener su cuenta bancaria, la cual, además, contaba con cobros absurdamente altos por su uso.
Este frustrante y tedioso proceso hizo que Vélez se preguntara por qué los brasileños estaban acostumbrados a sufrir tal agonía a la hora de obtener productos financieros con entidades bancarias.
“Me parecía completamente absurdo que los consumidores en Brasil estuvieran teniendo ese tipo de experiencia pagando una de las tasas más altas del mundo y que nadie estuviera compitiendo contra esos bancos. Además, encontré que había solo cinco bancos que eran los dueños del 90% del mercado.” -Dijo Vélez en una conferencia.
Fue así como se le ocurriría su gran idea de negocios: crear una empresa de tecnología que ofreciera servicios financieros de manera digital, sin tener que someter a los usuarios a fatigosas esperas y complicados trámites; además de brindar una tasa de interés competitiva y eliminar los cobros adicionales de comisiones y cuotas de manejo. Su objetivo era acabar con todo tipo de burocracia y pensar siempre en el usuario.
De la idea a la empresa
En un principio, las cosas no fueron nada fáciles para el establecimiento de la empresa, ya que muchos inversores consideraron que era “descabellado” enfrentar a los viejos oligopolios banqueros de Brasil y al sistema de regulación financiero del país. Adicional a esto, siempre le repetían que no era brasileño y que por eso no podía entender completamente al mercado.
Pese a todo, Vélez consiguió, tras decenas de intentos, dar con los socios indicados. Así, en compañía del estadounidense Edward Wible y la brasileña Cristina Junqueira, logró poner en marcha el proyecto.
El 6 de mayo del 2013, nace oficialmente la compañía “Nubank”. La palabra “nu” tiene un doble sentido: por un lado, significa “desnudo” en portugués, esto relacionado con la transparencia con la que se hacen los trámites en la compañía, y, por otro lado, se asemeja a la palabra inglesa “new”, en relación con su modo fresco e innovador de ofrecer servicios financieros.
A partir de su fundación, el equipo de emprendedores trazaría una estrategia de base tecnológica con la que buscarían mantener un servicio simple y enfocado en el usuario. Para esto, tuvieron que trabajar durante meses en una casa de dos pisos, mientras reclutaban nuevos miembros en el equipo de trabajo.
Revolucionando los servicios bancarios en Latinoamérica
En el año 2014, Nubank lanza su primer producto: una tarjeta de crédito respaldada por Mastercard y sin tarifas o comisiones de anualidad.
Este producto financiero atrajo rápidamente la atención del público, sobre todo jóvenes entre los 20 y los 25 años, y antiguos clientes de los bancos físicos, cansados de la burocracia y cobros excesivos.
La demanda del producto era tal, que los emprendedores tuvieron que crear una lista de espera, para asegurarse poco a poco de brindar un excelente servicio a sus clientes y buscar inversión para soportar las finanzas de la compañía en crecimiento.
En junio de 2017, Nubank lanzó su cuenta digital, NuConta, y en agosto su programa de fidelización, Nubank Rewards. Los puntos del programa -que nunca caducan- pueden canjearse por un catálogo de productos o descuentos en servicios, viajes y entretenimiento. Los clientes pueden probar el programa de forma gratuita durante 30 días, después de lo cual se les cobrará una tarifa para seguir utilizándolo.
La historia de una pequeña StartUp que se atrevió a desafiar al gigantesco oligopolio de la banca brasileña, comenzó a resonar entre los inversionistas de Silicon Valley con los que David ya tenía cierta cercanía por sus antiguos empleos. Además, la utilidad del servicio ofrecido por la compañía desencadenó un efecto voz a voz, logrando que sus usuarios los recomendaran con sus amigos y familiares, ayudándolos a crecer exponencialmente semana tras semana.
Gracias a las importantes inversiones extrajeras y a la excelente acogida por parte del público, para el año 2018 Nubank ya se había convertido en una de las “compañías unicornio” más importantes de Latinoamérica, alcanzando una valoración de más de $1.000 millones de dólares.
En el 2019, la compañía anunció que comenzaría a operar en México y Argentina, y presentó dos nuevos servicios: PJ, una cuenta de banco digital diseñada para pequeñas empresas, emprendedores y freelancers; y Créditos Personales, un servicio que ofrece préstamos “sin asteriscos ni tarifas ocultas”. El servicio permite ver y administrar los pagos desde la app y, al adelantar las cuotas, ofrece un descuento proporcional al usuario.
El banco digital que planea conquistar el mundo
Actualmente, Nubank cuenta con 2.400 trabajadores, está valorada en más $10 mil millones de dólares según el ranking que realiza CB Insights, se posiciona como la empresa más innovadora de América Latina según la revista Fast Company, y tiene el reconocimiento de ser el mejor banco de Brasil según Statista y la revista Forbes.
David, por su parte, continúa ejerciendo como CEO de la compañía y espera pronto hacer presencia en su país, Colombia, para que sus compatriotas también puedan disfrutar de los servicios que ha creado. Una de sus próximas metas es superar los 30 millones de usuarios y seguir expandiéndose por todo el mundo.
Así concluimos la fascinante historia de David Vélez, un emprendedor visionario que tomó una mala experiencia como la oportunidad para innovar y desafiar una industria dominada por la burocracia. En sus propias palabras:
“Todas las industrias en los próximos 10, 20, 30, 40 años van a ser industrias de tecnología. La tecnología va a tener una gran importancia y ahí es donde el programador de sistemas adquiere una gran importancia. Eso ha sido en mi opinión lo que ha faltado. Faltan casos de éxito importantes en la región que inspiren a otros emprendedores y vean emprender como una forma de carrera y vayan y emprendan más.”
Más casos de éxito empresarial:
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