Este año en muchos sentidos ha marcado un antes y un después. En lo que respecta al mundo empresarial, los cambios parecen permanentes. Varios sectores económicos han sido golpeados a nivel global, además de que la nueva normalidad conlleva nuevas formas de trabajo y, por sobre todo, nuevas formas de gestionar.
En esta nueva etapa de la vida profesional, se está viviendo una hiper-automatización del trabajo. ¿Qué significa esto? Que toda aquella tarea que pueda ser automatizada, será automatizada. Esto va en pos de reducir lo más posible el tránsito fuera de nuestros hogares, pero además para simplificar en gran medida el trabajo interpersonal de forma remota. El automatizar procesos permite que las empresas trasladen sus operativas a una forma de trabajo digital y remota, y que no se pierda el nivel de productividad de los colaboradores. Utilizar un Software de Gestión de Procesos de Negocios (BPM por sus siglas en inglés) para el teletrabajo, aumenta la productividad y la eficiencia, obteniendo resultados medibles muy rápidamente.
La hiper-automatización hoy en día es un factor necesario para la supervivencia de cualquier negocio, no es algo que se de optativamente. La implantación de un sistema adecuado es clave en este sentido.
La disciplina de gestión de procesos de negocios consiste en introducir un ciclo de mejora continua de los procesos y flujos de trabajo que sustentan la operación de las empresas, mediante 4 pasos concretos:
- Modelar el proceso utilizando un estándar de notación BPMN, que permitirá que se visualice el proceso y se pueda intercambiar entre los involucrados sobre su funcionamiento. En un escenario de trabajo remoto y virtualidad, contar con los procesos formalizados, y no sólo en la “cabeza” de las personas es clave, para asegurar que se ejecuten como deben.
- Automatizar el proceso con una Suite BPM, sea on-premise (ej: INTEGRADOC), o en la nube (ej: Flokzu), permitirá que cada participante reciba las tareas que debe realizar, junto a su contexto, y las complete.Recibir el contexto de cada tarea (información relevante, documentos adjuntos, comentarios de compañeros) es vital para facilitar el teletrabajo, dado que no es tan simple consultar a un compañero. Esto además aumenta significativamente la productividad de cada persona.
- Medir el rendimiento del proceso. Al utilizar indicadores de rendimiento (KPIs) se puede extraer información objetiva sobre el proceso, que servirá para saber qué necesita mejorar. Los KPI’s también son fundamentales para medir el rendimiento de cada persona. En un escenario donde no es posible “ver a la gente trabajar”, se hace indispensable gestionar por resultados. En este sentido, un conjunto adecuado de KPI’s permitirá evaluar objetivamente el desempeño de un equipo que trabaja de forma distribuida y probablemente en horarios diferentes.
- Optimizar gracias a la información obtenida en la etapa anterior. De esta forma se vuelve a la primera etapa, y se introduce el ciclo de mejora contínua. Introducir cambios de forma ágil y simple es vital para que realmente estos se hagan. Las herramientas de BPM low-code y no-code permiten justamente esto. Los usuarios de negocio pueden directamente introducir mejoras a sus procesos, sin depender de los departamentos de IT (usualmente saturados).
En estos momentos es necesario invertir en tecnologías que nos den resultados visibles de forma rápida. En otras palabras, el retorno de la inversión debe ser evidente y en un corto plazo.
Vale también notar que el entorno es cada vez más competitivo. La digitalización de la oferta y la demanda de bienes y servicios, hace que existan más empresas compitiendo por el mismo mercado de clientes. Siendo así, la eficiencia se transforma en criterio de competitividad y por ende de supervivencia. Cada recurso disponible debe estar optimizado de forma de asegurar los mayores niveles de productividad posibles, y esas mejoras de eficiencia ser trasladadas a los productos y servicios.
Sumarse al camino de la transformación digital, y de los procesos automatizados es lo que hará la diferencia en el futuro de cada compañía, asegurándose así su supervivencia y competitividad en un mercado cada vez más digital, eficiente y global.
Acerca del autor: Este artículo fue escrito por Sofia Saegaert, Chief Marketing Officer.
Este articulo tiene 2 comentarios
Totalmente de acuerdo, la pandemia del covit, acelero el proceso de teletrabajo que se inicio con la era de las telecomunicaciones desde finales del siglo pasado. Pero ese proceso se ha realizado de manera improvisada. La post pandemia platea un mayor reto de sistematización y automatización para alcanzar los niveles de competitividad que exigen los mercados globalizados. Interesantes los cuatros pasos de Modelar, Automatizar, Medir y Optimizar para gestionar la efectividad del teletrabajo. La clave para alcanzar ese reto es el financiamiento para la inversión tecnológica que requiere la automatización tanto por la empresa como el trabajador a distancia.
ResponderLa clave está en ofrecer a las empresas soluciones que les permitan automatizar procesos de su día a día, mejorando su gestión, reduciendo los errores y que ofrezcan la máxima rentabilidad posible. ¡Gracias por compartir el artículo!
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