De empleada doméstica a empresaria millonaria: «La tía Vicky»

La historia de Victoria Cáceres, "La tía Vicky"

En el año 1956, con apenas 12 años de edad, dejó su hogar para irse a vivir a Tacna en Perú; allí solo pudo conseguir trabajo como empleada doméstica. 60 años más tarde, luego de una vida de trabajo duro, se había convertido en millonaria y era dueña de 3 hoteles, 4 estaciones de gasolina, 10 locales en alquiler, varios terrenos y un rentable negocio de venta de licores al por mayor… ¿Cómo lo logró?

La protagonista de esta historia es Victoria Cáceres, quien nació en 1944 en el distrito de Ilave en Perú. En 1956, luego de una fuerte discusión con su familia, tomó la decisión de abandonar su hogar para mudarse a la ciudad de Tacna.

Allí se disponía a buscar un trabajo, pero solo conseguía ser rechazada debido a su corta edad. Finalmente, logró llegar a un acuerdo con una familia adinerada para recibir hospedaje y comida a cambio de realizar los quehaceres del hogar.

“Yo no conocía una escoba, no conocía un recogedor. Cada vez que me acuerdo, yo lloro y digo: cada persona debe surgir de trabajar.” Dijo Victoria en una entrevista.

Durante seis años trabajó incansablemente para aquellos que le tendieron la mano.

Por su trabajo, ocasionalmente recibía propinas o pequeñas mesadas para que ella pudiera comprar ropa o utensilios de aseo personal. Ese dinero lo ahorraba con el sueño de montar un pequeño negocio algún día.

Victoria nunca tuvo la oportunidad de estudiar, y, aunque no aprendió a leer, si sabía llevar cuentas con gran habilidad. Las sumas y las multiplicaciones se le daban muy bien.

Cuando cumplió la mayoría de edad, decidió independizarse y con sus ahorros inició un negocio de venta de limones en la plaza de mercado de la ciudad.

Mes tras mes y año tras año, Victoria se ganaba la vida con su pequeño puesto de ventas. Poco a poco comenzó a vender otros productos, como huevos y hortalizas. Allí conoció al que sería su esposo, con quien se casó en 1967 y posteriormente tuvo 4 hijos.

Todo parecía marchar bien para Victoria, sin embargo, una época oscura estaba por llegar a su vida…

Los negocios ilegales de "La tía Vicky"

Lo que ella pensó que era un negocio fructífero, solo le trajo problemas. Con las ganancias que obtenía en su negocio de venta de abarrotes, comenzó a adquirir licores de contrabando que vendía al por mayor. Cada docena de licor de contrabando le dejaba una utilidad aproximada de $20 dólares; pero, como era de esperarse, pronto el negocio comenzó a tener toda clase de problemas. Victoria, arrepentida por lo sucedido, decidió salir de la ilegalidad y empezar a adquirir licores legales, que le dejaban menor ganancia, pero que le evitaban consecuencias jurídicas a futuro.

“Con el contrabando yo no hice plata, solo hacía lo suficiente para mantenerme a mí y a mi familia, para pagarle el colegio a mis hijas y vivir tranquilamente, pero no me hice millonaria así.” Confesó victoria.

Tras varios años de trabajo duro y sacrificio, Victoria y su esposo comenzaron a invertir las ganancias de sus negocios en terrenos de distintas zonas de la ciudad. Su primer terreno lo adquirieron con $10 mil dólares que habían acumulado luego de más de 5 años ahorrando. En él construyeron una serie de locales que arrendaban a varios negocios.

Los ingresos provenientes de los arrendamientos los fueron ahorrando, hasta que lograron obtener dinero suficiente para abrir una estación de gasolina, la cual ellos mismos atendían cuando algún trabajador faltaba.

Varias décadas después, Victoria vio un gran potencial en el sector hotelero, y, con la ayuda de un préstamo bancario, invirtió la suma aproximada de $3 millones de dólares en la construcción de uno de los hoteles más lujos de la ciudad. Lo nombró “Gran Hotel Victoria”, y contaba con 35 habitaciones, más de 100 camas y parqueadero subterráneo.

Millonaria a los 72 años

Para el año 2016, Victoria contaba con 3 hoteles, 4 estaciones de gasolina, 10 locales en alquiler, varios terrenos y un rentable negocio de venta de licores al por mayor al extranjero que ella misma atendía en sus ratos libres.

A sus 72 años, pese al asesinato de su único hijo varón y a la muerte de su esposo, Victoria no paraba de trabajar. Cada día se levantaba a las 5 de la mañana a administrar todos sus negocios. Llevaba sagradamente las cuentas en un cuaderno y contaba con avanzados sistemas de software en todas sus estaciones de gasolina.

La “Tía Vicky”, como la conocían popularmente en su tierra, vestía de forma sencilla, caminaba mucho y evitaba malgastar el dinero. Dormía en un pequeño apartamento al lado de una de sus estaciones de gasolina y dedicaba sus días completos a lo que más le gustaba hacer: trabajar.

Sus labores como comerciante de Tacna la llevaron a recibir en el 2016 un reconocimiento por parte de la Dirección Nacional de Comercio Exterior y Turismo de Perú y un reconocimiento honorifico de la zona franca de Tacna.

Pero, no todo era color de rosa para Victoria, quien en el 2016 afrontó varias investigaciones por contrabando y lavado de activos. Sin embargo, jamás fue demostrada ninguna ilegalidad en su contabilidad, luego de que Victoria presentara sus cuentas claras. Esto hizo que se le levantaran los cargos y le devolvieran varios de sus locales de venta de licores en el año 2017.

Victoria fallece el 27 de septiembre del 2018 a la edad de 74 años tras padecer de un cáncer, dejando su gran fortuna y propiedades en manos de sus hijas y sus nietos.

Así concluimos la historia de Victoria Cáceres, una emprendedora peruana luchadora y pujante que jamás se rindió y que, luego de años de trabajo incesante, logró construir un gran imperio comercial.

En las propias palabras de Victoria:

“La vida es trabajo. No hay secreto para el éxito. Tienes que levantarte todos los días temprano, caminar y trabajar duro. En el trabajo uno nunca se cansa, más si estás construyendo algo propio.”