Cuando recién comienzas a trabajar por tu cuenta, una de las inquietudes más grandes suele ser cuánto cobrar por tus servicios o cómo calcular tus honorarios profesionales.
Ya seas programador, diseñador gráfico, experto en marketing digital, redactor, traductor, etc., tus servicios profesionales deben tener tarifas competitivas y rentables a la vez.
Presta atención:
Para poder cobrar buenas tarifas y ser exitoso como freelancer, existe una serie de consideraciones que debes en cuenta a la hora de calcular tus honorarios:
Determina cuánto dinero necesitas y de cuánto tiempo dispones
Para empezar, tienes que sacar un presupuesto mensual de cuáles son tus gastos de vida. Incluye alimentación, pago de servicios, hipoteca y transporte.
También toma en cuenta cosas como compra de insumos de trabajo, gastos médicos, deudas, educación, vestuario y entretenimiento.
Una vez que lo tienes, agrega un 20% o 25% de utilidad (Sería lo recomendable, pero al final tú decides cuánto deseas ganar).
Este dato te servirá para saber cuánto necesitas cubrir al mes para pagar gastos y sacar una ganancia. Esta cantidad determina una especie de “sueldo mínimo deseado”.
Como segundo paso, define cuántos proyectos puedes llevar en el mes. Toma en cuenta no solo lo que eres capaz de completar, sino cuántos podrás vender en realidad.
Luego, distribuye el cálculo que hiciste al inicio del mínimo deseado, entre la cantidad de proyectos. Ahora ya tienes un costo aproximado por cada proyecto.
Dentro de todo proyecto, siempre puede haber complicaciones: un equipo que se dañe, un insumo que no había sido contemplado, un software que debes adquirir, etc.
Es mejor que tomes en cuenta esa posibilidad y agregues un 10% al costo de cada proyecto.
Si quieres el precio por hora:
Para calcular una tarifa por hora, divide el costo del proyecto por el número de horas que necesitarás para completarlo.
Para ello, multiplica la cantidad de días que tardarás por 8, que son las horas aproximadas que vas a trabajar por día.
Algunos freelancers aconsejan multiplicar este dato por un factor de 1.5 o 2.0, ya que, además, como profesional independiente, debes pagar impuestos y el trabajo freelance es de menos horas.
No te preocupes, las agencias y empresas también hacen el recargo de sus costos operativos en los precios que dan a sus clientes.
Un tip: Guíate por la cantidad máxima de horas de ley que se trabaja en tu país, para que sepas cuánto es el máximo de trabajo que podrás hacer.
Puedes trabajar un poco más, pero nunca es recomendable trabajar más de 12 horas al día. Recuerda que, para entregar calidad, no debes sobresaturarte de trabajo.
Un caso práctico:
Si el “sueldo mínimo deseado” que estimaste al inicio es de US$1,500 dólares y que puedes llevar 2 proyectos al mes, estimando que la cantidad de horas que vas a utilizar para completarlos es de 150; al dividir 1,500 entre 150 te da US$10 por hora.
Si eso lo multiplicas por un factor de 2.0, te da una tarifa de US$20 por hora.
Si uno de esos dos proyectos te va a tomar solo 70 de esas 150 horas, multiplicas los US$20 por 70. El precio del proyecto será de US$1,400.
Como ves, estarías sacando casi los US$1,500 mínimos que deseas, con solo uno de los proyectos. En este caso, el segundo proyecto te permitirá ganar dinero para ahorrar, mejorar equipo, etc.
En pocas palabras, US$20 por hora es una tarifa rentable en este caso.
Con la tarifa por hora en mente puedes estimar cuánto cobrarás por un proyecto en el mes y saber cuánto recargar si al final el proyecto requiere más tiempo.
O por el contrario, si el cliente pide un descuento, podrás negociar disminuir el precio a cambio de menos horas laboradas.
¿Necesitas ayuda?
Si quieres saber qué tan bien has realizado tus cálculos o sientes que necesitas ayuda, puedes usar una calculadora de honorarios profesionales online.
Solo introduces algunos datos y te ayuda a sacar un cálculo por proyecto automáticamente, basada en tus gastos y ganancias deseadas.
Diferencia entre cobro por hora y cobro por obra
Dependiendo del tipo de trabajo que realices, es mejor presentar el presupuesto fijo o por horas.
No es igual ofrecer un producto –un diseño, la corrección de un documento– que un servicio –como el caso de las asesorías.
Tampoco es lo mismo iniciar un trabajo desde cero que trabajar sobre algo que ya está comenzado.
Si el trabajo inicia desde cero, vas a tener que presentar varias propuestas antes de iniciar el trabajo como tal y esto toma su tiempo.
Define objetivos:
Determina con tu cliente qué objetivos se busca lograr, qué recibirá al final del proyecto, cuántas propuestas vas a presentarle y a cuántas sesiones de cambios tiene derecho.
Si el proyecto tiene un plazo establecido e inicias de cero, lo mejor es elaborar un presupuesto fijo y no por horas. Luego debes redactar las condiciones de trabajo.
Cobro por fases de proyecto
Otra opción para definir un presupuesto es fijar precios por fases. Supongamos que un proyecto requiere la creación de una aplicación web y luego, además, debes capacitar al cliente sobre su uso.
Entonces puedes dividir el presupuesto en 2 etapas: Creación y capacitación. Esto te permite establecer un precio más alto por el trabajo más difícil, que en este caso es la primera etapa.
Incluso, acá puedes hacer una tarifa por obra con la programación y una por hora por la capacitación.
Divide y vencerás:
Este tipo de cobro dividido por etapas resulta muy conveniente cuando el cliente requiere varios servicios, pues si te pide negociar el precio de tus honorarios profesionales, puedes excluir partes del trabajo:
Una menor cantidad de horas de capacitación, un software más simple, etc.
De ese modo, el cliente obtiene un mejor precio, pero no disminuye el valor de tus servicios profesionales.
No olvides delimitar siempre el alcance de cada etapa, detallando qué recibirá el cliente en cada una.
La regla de oro: Si un cliente te pide que bajes de precio, negocia qué te dará a cambio. Aceptar bajar a cambio de nada, resta valor a tu trabajo. No permitas que pase esto.
A veces bajar el precio a cambio de un testimonial o un par de referidos, es una buena práctica.
Tarifas diferenciadas según el tipo de proyecto
A veces, cuando se empieza como freelancer, al determinar una tarifa por servicios profesionales, se suele olvidar que hay aspectos técnicos que pueden hacer que el trabajo sea más difícil.
Imagina que eres traductor y un cliente te encarga traducir un artículo sobre un destino turístico. Por otro lado, otro te encarga la traducción de un pequeño manual técnico sobre el uso de un químico.
La dificultad técnica de ambos documentos es muy distinta. No puedes cobrar el mismo precio por ambos, aun cuando tuvieran similar cantidad de páginas.
Siempre verifica el nivel de dificultad de todos los proyectos que harás.
Poco a poco irás ganando experiencia sobre qué trabajos serán más fáciles y cuáles no tanto, y podrás ir afinando los precios por tus honorarios profesionales.
Precios competitivos en el mercado
Para que tus tarifas sean competitivas y rentables a la vez, debes mantenerte informado sobre los precios por servicios profesionales de tu mercado local.
Consulta en Internet cuánto cobran otros freelancers o empresas que ofrezcan servicios similares al tuyo. Incluso, averigua precios de agencias.
Anótalo todo como referencia, pero sé flexible en cuanto a la posibilidad de negociar. Sobre todo, si se trata de un cliente recurrente y que suele darte mucho trabajo, puedes darle una tarifa especial.
Pero ojo: Eso no significa que regales tu trabajo, ni caigas en el error de cobrar tarifas por debajo de tu mínimo deseado (Eso generaría pérdida de dinero y de tiempo en el que podrías hacer un proyecto más rentable).
Consulta siempre los precios del mercado, pues la economía está en constante cambio. No congeles tus tarifas por años.
Recuerda que, además, a medida que vas ganando experiencia, tienes más conocimientos técnicos que te ayudan a ofrecer un trabajo de mayor calidad.
Actualiza tus precios de forma regular, investiga diferentes métodos para establecer tarifas profesionales y no temas cobrar mejor por un trabajo más especializado.
Consulta al cliente su presupuesto
Generalmente, cuando un cliente va a realizar un proyecto, tiene una idea (realista o no) de lo que va a necesitar para ejecutar el proyecto.
Si es una empresa, suele haber un presupuesto asignado, pero cuando es un individuo, a veces te dice algo como: “no sé, es lo que quiero que usted me diga”.
En ese caso, coméntale que el proyecto puede constarle X o Y cantidad de dinero, dependiendo de qué tanto necesite y dale algunos ejemplos de lo que puedes ofrecerle.
Eso le ayudará a cerrar la idea de qué tanto tiene y lo que puede obtener con ello.
Conocer el presupuesto de los clientes te ayudará a saber si te conviene aceptar el proyecto, pero también si tu cálculo de honorarios profesiones está muy alto o muy bajo, y realizar los ajustes necesarios.
Lleva una bitácora del proyecto
Una vez que estés trabajando en el proyecto, lleva un registro del tiempo real que inviertas, no solo en casa, sino en reuniones, llamadas, informes, etc. Puedes usar una app de time tracking, para ello.
Anota también los insumos que gastaste en llevarlo a cabo: impresión de bocetos, sacar muestras u otros.
Al terminar el proyecto, evalúa lo ganado versus los costos finales. Así podrás determinar qué tan bien están tus tarifas y qué tan rentable ha sido el proyecto.
De ser necesario, haz ajustes sobre los resultados que obtengas.
¡Éxitos y manos a la obra!
Acerca de la autora: Este articulo fue escrito por Patricia Gutiérrez. Escritora Freelance.
Este articulo tiene 2 comentarios
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Este post fue realmente increible, he leído muchos consejos de como calcular los honorarios profesionales y este me ha parecido el mejor. te lo agradezco mucho.
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